Historial de la reclusión

Antonio Mota Gutiérrez, sin antecedentes políticos, fue condenado el 15 de agosto de 1937 a 30 años de reclusión perpetua por la causa 36/137, siendo esta conmutada finalmente a una pena inferior a 6 años, por la que fue puesto en libertad atenuada en julio de 1940. Por motivos que no se especifican en el expediente, Antonio ingresó en el Campo de concentración Miguel de Unamuno en diciembre de 1941, de donde fue trasladado a realizar trabajos forzados en el Batallón Disciplinario de Soldados Penados nº 93, y más tarde al Batallón Disciplinario de Soldados Penados nº 96, emplazado en el paraje de Alto Aragonés, próximo a Tarifa, en mayo de 1942.
En junio de 1943, por mediación familiar, se solicitó a las autoridades militares pertinentes el pase desde el batallón a un cuerpo de ejército ordinario, en concreto a un regimiento de la Línea, por entender que se había cumplido el tiempo fijado en dicho batallón de prisioneros. Petición que fue denegada alegando que aún no se había comunicado a la Comisión Central de de Examen de Penas el fallo final de libertad definitiva sobre Antonio Medina. La misma situación se repite cuando éste solicitó en enero de 1945 un certificado de situación penal, pues otros compañeros que habían cumplido el mismo tiempo de condena en el batallón, ya estaban disfrutando de libertad definitiva.
Esta le fue finalmente concedida en octubre de 1945, fijando su residencia en Jimena de la Frontera.