Descripción del documento

La posguerra trajo consigo hambre, miseria y muerte
para una buena parte de los habitantes granadinos. Como
en el resto del país, la ciudadanía debía sofocar el hambre
por medio de unas irrisorias cartillas de racionamiento. El
alimento, racionado, se convirtió en un producto de lujo, y
otros bienes dejaron de formar parte de la vida cotidiana de
muchas personas.
Sin embargo, lo que para unos fue un drama, para
otros resultó ser una oportunidad con la que ganar dinero.
Alrededor de la economía formal se organizó un denso
mercado negro en el que participaban desde altos jerarcas
del Franquismo hasta los hombres y mujeres más
humildes.
En esto tétrico escenario cobraron un especial
protagonismo los y las estraperlistas, personas dedicadas
a la venta en el mercado negro. En muchos casos, se
trataban de mujeres con hijos y sin recursos materiales
que buscaban en esta actividad un mínimo sustento para
mantener a sus familias.
La Dictadura reprimió de forma contundente a estas
estraperlistas, mientras que mantuvo una posición más
relajada y cómplice con los dirigentes del Régimen.