Historial de la reclusión

Juan González Rosado, sin antecedentes político-sociales y afiliado a la CNT, se evadió a Gibraltar a mediados de julio de 1938 junto a otros dos compañeros. Desde el Peñón se trasladaron luego a Barcelona para alistarse en el ejército de la República. Al término de la guerra fue juzgado por los golpistas por auxilio a la rebelión, y tras pasar por el Hospital Militar de Bilbao y los campos de concentración de Deusto (Bilbao) y de Miranda del Ebro, fue condenado a trabajos forzados en el Batallón de Soldados Trabajadores nº 133, especializado en ferrocarriles, donde permaneció desde marzo de 1939 hasta que fue trasladado en enero de 1942 al Batallón de Soldados Trabajadores Penados n.º 94, emplazado en Rota.
En 1941 fue objeto de una nueva causa, la 136/1941, por la que se le acusó de haber alquilado una embarcación y no devolverla cuando se evadió a Gibraltar. Por esta causa fue condenado a 10 días de arresto en calabozo en abril de 1943. En febrero de 1944 es nuevamente trasladado al Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores n.º 92, donde causó baja en diciembre de ese mismo año para ser emplazado por último en el Batallón Disciplinario de Soldados Trabajadores n.º 96, en el campamento de las Eras, Algeciras.
Fue puesto en libertad por licenciamiento en junio de 1945 tras más de seis años de cautiverio.